Blogia
bitacoradebitacoras

La horma de Zapatero por Jaime CAMPMANY (http:// www.abc.es)

La horma de Zapatero por Jaime CAMPMANY (http:// www.abc.es) Ayer disfrutarían de lo lindo los manes parlamentarios, las almas de los oradores muertos que vagan por el hemiciclo del Congreso repitiendo sin voz sus discursos más severos contra los gobiernos desacertados. Porque Mariano Rajoy, desde la única oposición viva en el Parlamento, pronunció una de las oraciones más contundentes, más terribles, contra un gobernante que en sólo un año ha acertado a acumular motivos para una crítica necesariamente implacable por la gravedad de los errores de la gobernación.

Quiero subrayar enseguida que en el discurso que ayer pronunció Rajoy no se percibe más intención «literaria» que la de expresar las ideas y las acusaciones que contenía con toda claridad, escueta y directamente, con palabras desnudas de barroquismo, intención lírica, o enfática, o grandilocuente. Su grandeza está en la verdad. Sólo en algunas andanadas del inmisericorde texto se disfrazaba el rigor de las afirmaciones con el lujo dialéctico de la ironía, que suaviza las formas, pero que tal vez escuece más que el disparo directo.

El discurso de Rajoy disfrutó además de un viento a favor. Llegaba después del discurso triunfalista y autocomplaciente de Zapatero. Oyendo al señor presidente del Gobierno podríamos pensar que nos encontramos en otro país, en un país llamado Jauja o en la Ciudad Alegre y Confiada. La mirada sobre la verdad tenía a la fuerza que adquirir violencia de encontronazo. Pasábamos en pocas horas del País de las Maravillas a un país «patas arriba» y en peligro cierto de liquidación entre la estupidez, el egoísmo y la inconsciencia de unos gobernantes encabezados por alguien sin experiencia, sin conocimientos y, lo que es peor, sin escrúpulos.

La verdad desnuda, no sólo ingrata, sino también alarmante, fue expuesta desde la vieja tribuna que ha sostenido oraciones famosas en la historia del parlamentarismo español. Y fue expuesta sin concesiones a la teatralidad, pero alcanzó en algunos momentos la eficacia de una escena dramática, sobre todo en los momentos en que se trataba de la negociación con los asesinos del terrorismo etarra, o sea, de lo que Rajoy llamó «la traición a los muertos» y el camino emprendido por Zapatero hacia la desmembración de España, y desde luego al fin de su cohesión y de su solidaridad.

Uno por uno, con memoria fundada en datos y en números, fue Rajoy enunciando los graves errores del gobierno de Zapatero a lo largo del breve plazo de un año. El gobierno que alcanzó el poder de mala manera, de mala manera nos gobierna. El gobierno que presume de dialogante, no dialoga con nadie a la hora de decidir los asuntos importantes. El gobierno que llegó acusando a su antecesor de crispar la vida política, ha logrado en un tiempo breve llevar la inquietud, el temor y la irritación a los españoles. El gobierno que dijo venir a traer la paz ha reabierto de una manera insensata las más dolorosas heridas que produjo y dejó la Guerra Civil. Las dos Españas resucitan en los dos bandos de «buenos y malos»... Terrible y necesario discurso éste de Mariano Rajoy.

0 comentarios